Todos venimos a este mundo sabiendo que nos vamos a morir algún día y que es lo normal en el ciclo de la vida, pero llegado el momento de enfrentarse a la muerte de un ser querido, duele y mucho. Es desgarrador.
Hoy te quiero hablar de un tema cuanto menos delicado, y que en estos días de Coronavirus puede que te haya afectado, y es cómo podemos enfocar la muerte de un ser querido para llevar lo mejor posible.

La pérdida que se produce antes de tiempo es todavía más dura.
Me refiero al caso de la muerte de personas que no han alcanzado la vejez y que han fallecido de un cáncer, de un ataque al corazón, de un desgraciado accidente…
En esos casos además de por la pérdida, sufrimos por la frustración que nos genera la injusticia de que alguien fallezca por esos motivos.
En las sesiones de coaching, la dinámica siempre es: problema-solución. El cliente tiene un problema que quiere solucionar con un coach y el coach le ayuda, le guía y le acompaña hasta que consigue solucionarlo, o por lo menos, que tenga una estrategia o una guía para ello.
Pero en el caso de la muerte de un ser querido, lo que se necesita es aceptación, por eso se suele tratar más con un psicólogo.
¿Cómo podemos aprender a aceptar?
1. Saca fuera toda la rabia y frustración que tienes dentro.

2. No te centres en la injusticia. Lo que pasó, pasó.
Mis abuelos se murieron con una diferencia de un año cada uno, en ambos casos, por circunstancias que se podrían haber evitado.
Lo que les hubiera alargado la vida un par de años más. Tenían sobre 85 años los dos.
Pero de nada me hubiera servido, frustrarme porque mi abuela tropezó con una alfombra que tenía, de toda la vida, en la entrada de su casa y que propició todo su declive.
Eso me hubiera hecho pasarlo peor y quedarme atrapada en algo que no tenía solución.
3. Céntrate en pensar que esa persona mientras vivió tuvo una vida plena, llena de amor.

4. Agradece que esa persona haya estado en tu vida.

5. El tiempo lo cura todo.
El dolor se irá disipando con los meses y los años. Mantener la mente ocupada hará que todo se vaya calmando.
Yo me acuerdo de mis abuelos todos los días, pero ya no duele tanto.
6. Y piensa que esa persona seguirá viva en ti, mientras la sigas recordando.
Yo recuerdo a mi abuelo subiéndose a los árboles cortando las ramas y jugando con mis hermanos y conmigo en verano.
Celebro que hayan sido mis abuelos y que haya tenido el privilegio de que nos hayan ayudado a llegar a donde estamos ahora.
7. Escribe en un diario tus sentimientos.
E incluso, si no te has podido despedir de esa persona, escribe una carta despidiéndote. Es importante que seas consciente de tus pensamientos y de lo que estás sintiendo, porque vas a atravesar por diferentes etapas.
La última, la aceptación, que no el olvido. Eso jamás.

conclusión:
Vive la vida, no vamos a estar aquí eternamente. Aprovecha cada instante y haz lo que realmente te haga feliz.
¡Wow tema intenso! Pero es necesario hablar de esto de vez en cuando.
Mucho ánimo, no es fácil pero poco a poco te irás sintiendo mejor.
Te lo aseguro, yo lo viví durante dos años consecutivos, con mis abuelos.
Fue duro, pero ahora solo me queda el amor que les tendré toda mi vida.
Te dejo un vídeo de despedida, que siempre que lo veo me emociona. Habla sobre la importancia de pasar tiempo con tus seres queridos, porque no estamos aquí eternamente. Te lo mega recomiendo.